jueves, 7 de mayo de 2015

Lectura "El conocimiento de la ignorancia".



Lee con atención el siguiente texto. Luego marca con una X la opción correcta para cada enunciado, en el formato de respuestas.

El conocimiento de la ignorancia.


Me doy cuenta, una vez más, de lo poco que sé, y ello me hace recordar la vieja historia que Sócrates contó por primera vez en su juicio. Uno de sus jóvenes amigos, un miembro del pueblo de nombre Querefon, había preguntado al dios Apolo en Delfos si existía alguien más sabio que Sócrates, y Apolo le había contestado que Sócrates era el más sabio de todos. Sócrates halló esta respuesta inesperada y misteriosa. Pero, después de varios experimentos y conversaciones con todo tipo de personas, creyó haber descubierto aquello que el dios había querido decir; por contraste de todos los demás, él, Sócrates, se había dado cuenta de lo lejos que estaba de ser sabio, de que no sabía nada. Pero lo que el dios nos había querido decir a todos nosotros era que la sabiduría consistía en el conocimiento de nuestras limitaciones y, lo más importante de todo, en el conocimiento de nuestra propia ignorancia. Creo que Sócrates nos enseñó algo que es tan importante hoy en día como lo fue hace 2400 años. Y creo que los intelectuales, incluso científicos, políticos y, especialmente, aquellos que trabajan en los medios de comunicación, tienen hoy la imperiosa necesidad de aprender esta vieja lección que Sócrates trató en vano de enseñarnos. ¿Pero es eso cierto? ¿No sabemos hoy, acaso, muchísimo más de lo que sabía Sócrates en su época? Sócrates tenía razón, debe admitirse, al ser consciente de su ignorancia: en efecto, él era ignorante sobre todo si lo comparamos con lo que sabemos hoy en día. Efectivamente, el reconocer su ignorancia fue un gesto de gran sabiduría por su parte. Pero hoy se dice que nuestros investigadores y científicos contemporáneos no son simples buscadores, sino también descubridores. Porque saben mucho: tanto que el gran volumen de nuestro conocimiento científico se ha convertido en un grave problema; los nuevos descubrimientos se publican a tal velocidad que es imposible que nadie pueda estar al día. ¿Podría ser que incluso ahora debamos seguir construyendo nuestra filosofía del conocimiento sobre la tesis de Sócrates de nuestra falta de conocimiento?

POPPER, Karl. El conocimiento de la ignorancia. En: Polis, Revista de la Universidad Bolivariana, Santiago, Chile. Vol 1, No. 001 (2001).


1. Al reconocer su ignorancia, Sócrates tuvo un gesto de
 A. debilidad. B. sinceridad. C. grandeza. D. sabiduría.

2. Para el autor, el conocimiento científico se ha convertido en
 A. una ayuda. B. un matiz. C. un lastre. D. una alegoría.

 3. El tema central del fragmento anterior gira en torno a
A. reconocer el valor de la sabiduría.
B. reflexionar sobre nuevas metas para el conocimiento.
C. constatar el avance del conocimiento científico.
D. reevaluar las limitaciones del conocimiento personal.

4. La narración que Popper elabora acerca de Sócrates tiene por finalidad
 A. sentar las bases del conocimiento desde la Grecia clásica.
 B. reflexionar sobre el avance del conocimiento desde la Grecia clásica hasta la actualidad.
 C. señalar que los filósofos son incapaces de conocer.
 D. hacer referencia sobre la humildad frente al conocimiento.

 5. Según el análisis del autor, la diferencia entre el conocimiento griego y el actual reside en
 A. diferencias cuantitativas de conocimiento general.
 B. igualdad en la ignorancia general de los filósofos.
 C. ampliación de los problemas cognitivos de la población.
 D. diferencia en el sistema filosófico de conocimiento.

6. La expresión “por contraste” podría ser reemplazada por
A. en armonía.
B. en concordancia.
C. como contrapropuesta.
D. en contrapunto.

 7. La propuesta de Karl Popper está dirigida a
A. los políticos, senadores y gobernantes.
B. las reinas de belleza y presentadoras de televisión.
C. todos nosotros, en especial las figuras públicas.
D. científicos y comentaristas deportivos.

8. Según Popper, Sócrates nos ha dado una gran enseñanza que radica en
A. valorar la opinión de los dioses.
B. reconocer la importancia del conocimiento científico.
C. implementar un sistema de conocimiento científico.
D. reconocer nuestras limitaciones.



Algunas figuras literarias.

Estrategias para mejorar la comprensión lectora
La comprensión lectora es la capacidad para entender lo que se lee, tanto en referencia al significado de las palabras que forman un texto, como con respecto a la comprensión global del texto mismo.
      
Estudios como el informe PISA o el PIRLS concluyen que en los últimos años los estudiantes europeos, y especialmente los españoles (en torno a un 26%), tienen cada vez más problemas con la comprensión lectora. 
Así, cada vez son más los alumnos a los que les resulta difícil sacar información de lo que leen, interpretarla y reflexionar sobre ella.
Evidentemente, la comprensión lectora mejora con la práctica. No obstante, tanto padres como educadores deben tener presente que la lectura ha de ser un placer, no una obligación. Desde luego, lo ideal sería fomentar el hábito de la lectura desde pequeños en casa, con cuentos o adivinanzas, y animarles a leer ellos solos progresivamente.
Hay que evitar los momentos en los que el niño se encuentre cansado, hambriento o realizando cualquier actividad lúdica, yescoger lecturas adecuadas e interesantes, según edad, gustos y capacidades, para evitar que el hecho de leer se convierta en un fastidio.
                                                     
El objetivo es que muestre cada vez mayor interés y que se esfuerce en comprender lo que lee, por ello el contenido ha de estar acorde con sus conocimientos, con un vocabulario adecuado y sin formas gramaticales o construcciones sintácticas que le resulten frustrantes. En el caso de los jóvenes, siempre ayuda tener a mano un diccionario para resolver dudas y apuntar el significado de aquellas palabras que no entiendan. 
Cualquier momento cotidiano es bueno para motivar al niño, como leer carteles mientras se pasea por la calle o pedirle que nos cuente qué ha estado leyendo en clase ese día. Tampoco hace falta leer solo libros, ya que tebeos, revistas o artículos de periódicos acordes a su edad son otra buena opción.


Figuras literarias.

Anáfora.

Se le llama anáfora (Procedente del latín “anaphora” y del griego “anafora” que significa repetición) a la repetición de una palabra dos o más veces al inicio de una oración o a la repetición de un elemento de la oración utilizado pronombres indicativos como él, aquél, éste, ella, quien, aquella, ésta, etc. para referirse a algo o alguien ya mencionado con anticipación.

Ejemplos de anáfora:

1. Corre, corre, que te puede alcanzar

2. Miramira, como vuela el pájaro
3. Bebebebe, y disfruta de la fiesta
4. Lee y lee, que ahí esta tu futuro.
5. ¡oye, oye, no me escuchas!

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Símil o Comparación

La figura literaria símil comparación expresa la semejanza que hay entre dos cosas. Se le reconoce porque siempre usa la palabra como. Es una figura literaria de significación o tropos.
Como el almendro florido
has de ser con los rigores: si
un rudo golpe recibe suelta
una lluvia de flores.

SALVADOR RUEDA
¡Oh, soledad sonora! Mi corazón sereno
se abre, como un tesoro, al soplo de tu brisa




  • Ágil como felino
  • Ágil como gacela
  • Amarillo como un chino
  • Ardiente como el infierno.
  • Baboso como un caracol


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    Metáfora


    La metáfora es cuando se establece una relación de semejanza entre 2 términos y alguna característica o cualidad que existe entre ambas, es como cuando hablamos en doble sentido. En la metáfora hacemos referencia poética a esa característica que queremos resaltar y decimos lo mismo pero de forma más bella.

    La metáfora la podemos definir como una comparación entre dos términos que aparentemente no guardan relación alguna. Los términos de la metáfora son diferentes, están en diferentes planos y el segundo es el que viene a explicar el tenor de la comparación. Éste tiene un contexto diferente y esa diversidad es lo que forma esta figura literaria, que emplean mucho los escritores en sus poemas y novelas.

    El término “metáfora” viene del vocabulario griego y significa  “más allá”. Parece que los términos de la metáfora no tienen relación, pero es muy importante ésta para que se entienda la relación.

    En la metáfora damos al objeto las cualidades de la persona o viceversa, generalmente llevan directa o indirectamente el verbo ser y consta de tres partes: el tenor, que es el objeto del que hablamos, el vehículo, que es el objeto que  utilizamos para describir al tenor, y el fundamento, que explica la semejanza. Existe una metáfora explícita cuando incluimos el tenor y el vehículo; si se habla solamente del vehículo, entonces tenemos una metáfora implícita.

    Ejemplo de metáfora simple:

    Tus ojos son dos luceros (significa que tienes los ojos brillantes o iluminados)

    Tus cabellos de oro (cabello rubio)

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    Hipérbole

    Una hipérbole o la hipérbole es un tropo que  consiste en subrayar lo que se dice al exagerar o tratar de hacer trascender lo verosímil.
    Se realiza en dos direcciones posibles:
    1. Aumentando el significado (Grande y fuerte como un titán)
    2. Disminuyendo el significado (tonto y lento como un caracól)
    Esta palabra proviene originalmente del idioma griego (hyperbolé) palabra que al pasar al latín se estableció como (hyperbóle) y que podemos traducir en “exceso o exageración”.
    También se entiende como hipérbole a una función matemática, pero en este caso no se aplica.
    Así cuando un escritor  desea exagerar en cualquiera de los sentidos antes mencionados su texto, hace uso de la hipérbole.
    (Fragmento de Garcilaso de la Vega)
    • ¡Oh, más dura que mármol a mis quejas, y al
      encendido fuego en que me quemo más helada
      que nieve, Galatea!
    (Fragmento de canción popular)
    • Dame, Señor, todas las lágrimas del mar para
      llorarle por toda una eternidad.
    (Fragmento de texto de Ricardo Jaimes Freyre)
    • Tú, que has puesto más tinieblas en mi noche...
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